Archive for octubre 2009

Cómo torturar con música, aprendamos de los maestos…

octubre 23, 2009

Tortura ‘heavy’ en Guantánamo

* ELPAIS.com YOLANDA MONGE – Washington – 22/10/2009

Un grupo de artistas exige al Gobierno de EEUU la lista con las canciones utilizadas durante los interrogatorios

Tan inocente como la canción de Barrio Sésamo o tan dura como un tema de Metallica. Tan americana como el Born in the USA de Bruce Springsteen o tan motivadora como el We are the champions de Queen. Todas ellas -sí, incluida Barrio Sésamo, y Barney, la canción del simpático dinosaurio rosa que adoran los niños-, obligadas a escuchar a un altísimo volumen durante días o semanas, podrían haber sido utilizadas como un instrumento de tortura contra los prisioneros de Guantánamo.

Un nutrido grupo de artistas ha invocado la Ley de Libertad de Información para reclamar a la Administración estadounidense que desclasifique el nombre de las grabaciones que fueron utilizadas durante los interrogatorios a sospechosos de terrorismo en la cárcel de Guantánamo o en alguna de las prisiones secretas que la CIA abrió por todo el mundo durante el mandato de George W. Bush.

James Taylor, Christina Aguilera, Britney Spears, Neil Diamond, AC/DC, REM, Red Hot Chili Peppers… y más y más, han lanzado una protesta contra el uso de la música en relación con la tortura en Guantánamo. Según algunos documentos que ya se han hecho públicos y los testimonios de ex detenidos, la música de algunos de esos artistas (también hay que añadir al siniestro Marylin Manson) machacaron los oídos y los nervios de los reos.

El guitarrista de la banda de rap meta Rage Against The Machine, Tom Morello, declaró ayer a los medios de comunicación que puede que «Guantánamo fuera la idea que [el ex vice presidente de EE UU] Dick Cheney tenía de lo que debía de ser América, pero desde luego no es la mía». Morello se definió asqueado al hecho de que la música que él creó se haya usado en «crímenes contra la humanidad». «Guantánamo debe cerrarse ya», finalizó el músico.

Desde la Casa Blanca, un portavoz informaba de que «la música» ya no forma parte de los métodos de tortura, de hecho, se insistía, Estados Unidos ya no practica la tortura en sus centros de detención, como ordenó el presidente Barack Obama en su primera semana en el cargo.

Según la facultad de Leyes de la Universidad de Nueva York, el uso de música a elevado volumen contra los presos fue «una herramienta bastante extendida» por el Gobierno de Estados Unidos y la CIA, que siempre justificó que al fin y al cabo la música no se ponía tan alta, y que siempre la hacían sonar a niveles de sonido muy inferiores a los empleados por una banda en directo.

En general, la CIA utilizaba música heavy metal, country y rap (un prisionero fue obligado a escuchar durante 20 días una composición del rapero blanco Eminem). Pero también torturó con el himno nacional (Barras y estrellas). Y con Barrio Sésamo.

Obras de arte en el marco del teatro

octubre 22, 2009

16 de los mejores creadores actuales se suben al escenario en Art Basel. FIETTA JARQUE – Basilea – 12/06/2009

Según ciertas estadísticas, el tiempo medio que dedica un espectador a ver una obra de arte es de tres segundos y medio. Al artista francés Philippe Parreno le interesan particularmente estas dos nociones: la de exposición y la de tiempo. Por eso involucró al comisario Hans Ulrich Obrist para estructurar una especie de muestra colectiva experimental con los más relevantes artistas de su generación en un experimento escénico titulado Il tempo del postino (El tiempo del cartero), que se representó el miércoles en el teatro de Basilea -en el contexto de la feria Art Basel-. La sala estaba abarrotada de todo tipo de personajes del arte contemporáneo: desde coleccionistas internacionales, hasta artistas, directores de museos y galeristas. Il tempo del postino sólo había sido representado una vez, en Manchester en 2007, y desde entonces se convirtió en un acontecimiento legendario.

La nómina de artistas hacía prever una noche histórica: Matthew Barney, Olafur Eliasson, Fishli & Weiss, Tacita Dean, Doug Aitken, Thomas Demand, Dou-glas Gordon, Carsten Höller, Pierre Huygue, Anri Sala, Rirkrit Tiravanja (con el músico Arto Lindsay en escena), Doug Aitken, Trisha Donnelly, Dominique Gonzalez-Foerster, Tino Sehgal, KooJeong-A y Liam Gillick. Cada uno presentaba su propuesta enlazada con la anterior como una secuencia casi ininterrumpida. La idea era que los artistas dominaran el tiempo que los observadores pasaban ante cada pieza.

La obra empieza con un ventrílocuo con una gran lupa sobre el rostro (pieza de Parreno), que actúa de maestro de ceremonias y explica un poco el concepto y génesis del espectáculo haciendo referencia al utópico proyecto del arquitecto Cedric Price de una Casa de la diversión. La emocionante danza de las cortinas, de Tino Sehgal permitió abrir boca a una serie de viñetas entre las que cabe resaltar 6 Flutterbyes, de Anri Sala, anagrama de Madama Butterfly, con seis sopranos con quimono y abanicos luminosos, más dos tenores, que descompusieron un aria de la ópera en los cuadrantes de la sala y escenario.

La música tuvo un papel determinante en muchas de las obras. Rirkrit Tiravanja ofició de mayordomo «flambeante» en un banquete con personas del público, amenizadas en directo por la guitarra distorsionada de Arto Lindsay; Douglas Gordon invitó a la cantante June Tabor a transformar en balada el tema pos-punk de Joy Division Love will tear us appart con el teatro en absoluta oscuridad; Doug Aitken consiguió que la letanía de unos subastadores de ganado distribuidos entre el público se convirtiera en una especie de canción con ecos de gospel que simulaba vender a algunos espectadores. La «cuarta pared» quedó abolida con el gran telón de espejo que puso Olafur Eliasson con la orquesta en el foso. Con ello invitaba a que el público se convirtiera en actor, haciendo ruidos (estornudos, silbidos, gritos) que los músicos respondían.

Il tempo del postino estuvo llena de sugerentes intervenciones, aunque quizá la más esperada supo a poco. En Manchester, Matthew Barney acaparó casi toda la segunda parte con la pieza El guardián del velo -una mezcla de masonería, ritos funerarios egipcios y alusiones a la violencia terrorista-, pero en Basilea quedó transformada en una pieza musical compuesta por Jonathan Bepler, que convirtió el intermedio en un ir y venir de músicos entre los asistentes. En todo caso, este formato y la reflexión que conlleva sobre la naturaleza y posibilidades del arte contemporáneo, abre interesantes vías.

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LUGAR

octubre 22, 2009

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